Durante mucho tiempo tuve esta imagen de cómo era pasar tiempo con Dios. Se veía muy estructurado con tantas instrucciones. Primero haces esto, luego haces eso y terminas con esto. Me tomó mucho tiempo darme cuenta de que pasar tiempo con Dios no era de esa manera.
Pasar tiempo con Dios se trata de escuchar Su corazón y dejar que el Espíritu Santo te guíe. No me malinterpreten, un tiempo de devocional estructurado es excelente y funciona para muchas personas, pero para mí realmente no lo fue. Nunca logré conectarme con Él. Nunca fui yo misma con Dios y mi personalidad nunca se reflejaba. Incluso, empecé a frustrarme porqué no sentía su presencia. Leía y oraba pero no recibía alguna respuesta. Hasta que una vez escuché una voz que me dijo: "Quédate quieta y escucha". Así que lo hice. Me quedé quieta y Dios habló a mi corazón de una manera tan personal y Su presencia me quebrantó.
Dios no espera de ti una oración sofisticada ni que te memorices versículos. Él no busca perfección. Él te anhela tal y como eres. No importa la condición de tu corazón porque en Su presencia todo lo hace nuevo. En Su presencia encuentras libertad, sanidad y plenitud.
“Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperaras y te irá bien en todo lo que hagas.” Josué 1:8
Mi tiempo de devocional es diferente todos los días. Hay veces que leo la Biblia por una hora, hay días que solo oro y hay veces que solamente pongo música de adoración. Hasta hay días que solamente me quedo quieta y dejo que Él me hable.
Cuando pasas tiempo con Dios:
Aumenta tu felicidad.
Aumenta tu paz.
Aumenta tu fuerza.
Aumenta tu confianza.
Aumenta tu fe.
Jesús no murió para darnos religión. Él murió para que por la fe que tenemos en Él podamos tener una relación con Dios. Él anhela que pases tiempo con Él. Pasar tiempo con Dios es un regalo. Es un regalo que vale oro y mi anhelo es honrarlo con mi tiempo.
Una taza de café temprano en la mañana suena ideal y perfecto, pero una mañana temprano con Jesús es la cita perfecta.
Oración:
Señor Jesús, gracias porque me das la oportunidad de tener una relacion contigo. Gracias por que me amas tal y como soy. Mi anhelo es honrarte con mi tiempo. Así que, ayúdame a ser diligente con mis prioridades. Gracias por todo lo que haz hecho en mi vida y por lo que harás.
En el nombre de Jesús,
Amen.
Xoxo,
Jeyra