Declarando vida a los huesos secos

Trabajo con mujeres con corazones destrozados por adicciones en sus familias. Durante el proceso de restauración, todas preguntan: “¿Realmente hay esperanza para una vida exitosa para mi hijo, esposo, familia?”. ¿Te has preguntado algo parecido en algún contexto propio?

Ante una situación complicada de injusticia que estaba pasando mi hijo, una amiga me recordó que yo, como su mamá, tengo autoridad sobre su vida. Mis palabras tienen peso (Proverbios 18:21), y yo puedo y debo declarar vida y bendición sobre mi hijo. Al meditarlo, el Espíritu Santo me llevó a un pasaje bíblico en Ezequiel 37:1-14 donde el Espíritu del Señor lleva al profeta a un valle lleno de huesos secos y le pregunta si pueden convertirse en personas vivas. Sabia y humildemente, Ezequiel contesta: “Oh Señor Soberano, solo Tú sabes la respuesta”. ¡Luego el Espíritu Santo le dice que profetice varias veces sobre los huesos - y Dios los hace juntarse, les sopla vida y se levantan!

La respuesta a nuestras dudas y preocupaciones es que solo el Señor Soberano sabe la respuesta para cada persona y cada familia, pero Dios SÍ nos anima a creer y a profetizar – a declarar vida sobre los huesos secos, sobre nuestras familias y las personas que no parecen tener nada de esperanza. Jesucristo declaró que Él es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6), así que cuando hablamos a otros de Jesucristo, cuando declaramos Sus palabras y lo que Él es sobre las personas, las situaciones y nuestra ciudad, estamos profetizando vida.

Hay dos canciones que rompen mi corazón y a la vez lo reconstruyen, llenándome de esperanza. Las he cantado y declarado sobre mi familia en momentos críticos y oscuros; las he cantado sobre amigos en depresión, ansiedad y enfermedad; y las canto sobre las familias en restauración de adicciones. Una es “Solo Dios (Kintsugi)” de Un Corazón y la otra es “Declaro a Cristo” de Twice Música, y te invito a que las cantes y declares sobre tu vida, tu situación, tu familia, tu ciudad y nación. Creo que no solo te llenarán de esperanza, sino también que, ¡Dios usará tu canto profético para cumplir Sus propósitos!

También te comparto una declaración poderosa para tus seres queridos que está basada en la Palabra de Dios:

Bendigo tu mente, que es la mente de Cristo.

Bendigo tu corazón, que sea guardado del mal. 

Bendigo tus ojos, que verán las maravillas de Dios. 

Bendigo tu boca, que ha de hablar la Palabra de Dios. 

Bendigo tus brazos, que han de dar consuelo. 

Bendigo tus manos, que son para bendecir.

Bendigo tus pies, que llevarán vida a dondequiera que andes.

Declaro amor, salud, y paz sobre tu vida completa en cada momento.

En el nombre de Jesús, Amén. 

Con amor,

Kate Nevarez