¿CÓMO SE ESCALA UNA MONTAÑA? UN PASO A LA VEZ.

Esta frase la escuché en alguna conferencia hace tiempo y gracias a Dios, sentí que me sería útil en algún momento recordar estas palabras así que la anoté en mi celular.

Meses pasaron y llegó Año Nuevo. Sí soy honesta, este comienzo de año no fue como otros años.

Normalmente tengo mi visión muy en claro y me es fácil escribir mi lista de resoluciones y metas que tengo para cumplir para el próximo año, pero esta vez, era diferente. Al intentar escribir mis resoluciones para el 2020, me era casi imposible plasmar en papel las cosas que en realidad quería para mi vida.

Lograba anotar cosas como: “despertar más temprano”, “organizar mi closet” y “ver menos netflix”, pero cuando llegaba a metas más profundas y que en realidad mi corazón anhela la pluma se detenía. Anhelaba escribir metas como: “incrementar mi tiempo con Dios”, “perdonar” y “conquistar” aquellas montañas que habían estado frente a mí por un tiempo ya, pero había un cinismo en mi corazón que no quería escribirlas.

¿Acaso no quería escribirlas por que ya las había escrito en listas de años pasados y estás montañas seguían allí? ¿Acaso tenía miedo de fracasar una vez más en mis metas por que eran demasiado grandes para alcanzar? ¿Acaso estaba inconscientemente auto-saboteando mis metas por desilusiones pasadas conmigo misma?

¿Acaso la desilusión había nublado mi visión?

Todas estas razones eran ciertas.

Me di cuenta, como un balde de agua fría, que yo misma me estaba limitando de visionar y poner metas enormes en mi lista porque creía que eran demasiado difíciles de alcanzar.

Me faltaba fe para creer que estas metas se cumplirían porque eran demasiado inalcanzables.

¿Alguna vez haz estado allí? ¿Dónde tu montaña (sea un sueño o algo que necesitas vencer), es tan enorme que es completamente abrumadora?

Este principio de año, mi anhelo es que recuerdes esta frase:

“Las montañas se escalan, un paso a la vez.”

No se escalan con un sólo paso agigantado sobrenatural que viene del cielo (que Dios puede hacerlo sí a Él le place), sí no con el conjunto de muchos pasos pequeños pero llenos de fe.

Creo firmemente en un Dios de milagros que puede hacer obras sobrenaturales y humanamente inalcanzables, pero creo que muchas veces Dios quiere utilizar nuestros pequeños y cotidianos pasos que tomamos en nuestra vida diaria para llevarnos a alcanzar aquellos sueños y promesas que hay delante de nosotras.

El versículo que todos amamos y sabemos: Filipenses 4:13 dice lo siguiente en la Traducción en lenguaje actual (TLA):

“13 Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.”

o “13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” en Reina Valera 95

Y hasta hace poco noté que la fortaleza divina y todopoderosa de Dios vive DENTRO DE MÍ.

Esto me comunica que aunque confío que Dios tienes el poder para hacer la obra por completo, su poder actúa a través de mí... y también de ti.

Las fuerzas que necesitas para dar esos pequeños pasos de fe que llevarán al máximo cumplimiento de Sus sueños y metas, ya viven dentro de ti, porque Dios ha puesto su fuerza en humanos rotos e imperfectos como nosotros.

Tú y yo con las fuerzas de Dios podemos escalar cualquier montaña que tenemos frente a nosotros este 2020 y cualquier año, sólo necesitamos dar muchos y constantes pequeños pasos de fe en nuestra vida diaria.

Cuando sientas que las montañas son demasiado grandes para conquistar, te animo a tomar decisiones y tomar pasos firmes buscando la voluntad de Dios y llegará un punto donde voltees hacia atrás y verás que tanto haz escalado. En fe, cuando menos pienses habrás escalado la montaña que parecía imposible y abrumadora, un paso a la vez. No habrá sido en tus fuerzas sí no en las de Dios, pero a través de tus pequeños y constantes pasos de obediencia.

Oración:

Dios, gracias por darme de tus fuerzas para seguir caminando. Ayúdame a tener una visión alineada a la tuya y a soñar más grande para mi vida. Tus planes son siempre de bien y no de mal para darme un futuro y una esperanza. Ayúdame a recordar que eres todo lo que necesito y que ya me haz dado la fuerza para ser constante en mi obediencia y en mi sabiduría para tomar buenas decisiones alcanzando todo lo que Tu ya tienes para mi vida.

Sé que este año será el mejor aún, porque tomada de tu mano voy de victoria en victoria y de montaña en montaña, un paso a la vez.

Amén.

XOXO

- Kimy