Dios es un Dios que canta

El cantar es como verse en un espejo no puedes ocultar nada, te hace sentir muy vulnerable porque es algo muy personal, es algo tuyo y único, por eso nos da miedo hacerlo frente a otras personas, también es algo tan normal y divertido. Jesús cantaba junto con sus discípulos y podemos verlo en Mateo 26:30 (versión NTV) “Luego cantaron un himno y salieron al monte de los Olivos”.

El canto conjunto, hablando de la iglesia, es tan hermoso porque, aunque no te des cuenta estás siendo vulnerable y compartiendo junto con otra persona una parte de tu ser, tus emociones o pensamientos, mientras que el Espíritu Santo está inspirando ese canto. 

Por esto es por lo que la presencia de Dios se siente de una manera más tangible durante la alabanza. Esto lo digo porque personalmente yo siento muy fuerte la presencia de Dios en el canto. Un dato curioso es que el libro más largo de la Biblia (Salmos) es una colección de cantos y se menciona más de 50 veces que cantemos a Dios.

“Canten alabanzas a Dios, canten alabanzas; ¡canten alabanzas a nuestro Rey, canten alabanzas!”. Salmos 47:6 (versión NTV)

Estamos acostumbrados a solo cantar sin emoción, sin entusiasmo por pura rutina, pero cantar tiene un gran poder, tienes un instrumento para adorar a Dios dentro de ti y no necesitas ser un cantante profesional para poder cantarle a Dios, si tienes una voz puedes adorar a Dios con ella. El canto y la música nos permiten combinar la verdad de Dios con la pasión por Dios.

“…Sean llenos del Espíritu Santo, cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón”. Efesios 5:18-19 (versión NTV)

Dios nos ha dado un instrumento propio para poder adorarle en todo momento y en toda circunstancia. Nos dio el canto para ayudarnos a expresar nuestra adoración, agradecimiento, tristeza o alegría, para expresarle a Él todas nuestras emociones, preocupaciones e incluso para conectar con nuestra familia de la fe y así profundizar nuestra relación con Él. 

Yo quisiera invitarte a que comiences tus días cantando, alguna canción que pueda edificarte en la situación que estés pasando; ya sea feliz, triste, una temporada de ansiedad, depresión, nuevos comienzos, perdidas, fracasos, alguna desilusión amorosa. Si eres como yo, la mayoría de las veces no tenemos las palabras correctas o no sabemos cómo comenzar a orar, pero la música y el canto te da esa conexión inmediata, una guía para comenzar y conectar con nuestro padre. 

Oración:

Padre, gracias por el privilegio de darnos una voz para adorarte en todo momento, guíanos para que no se vuelva una rutina, devuélvenos el asombro de cantarte, que tu Espíritu Santo inspire nuestro canto y lo hagamos de todo corazón. En el nombre de Jesús, Amén.

Con amor, 

Alondra Soto