El Señor mismo pelea por mi

“Pero Moisés les dijo: —No tengan miedo. Solo quédense quietos y observen cómo el Señor los rescatará hoy. Esos egipcios que ahora ven, jamás volverán a verlos. El Señor mismo peleará por ustedes. Solo quédense tranquilos”. Éxodo 14:13-14 (versión NTV)

Cuando decidí seguir a Cristo, el Señor todopoderoso me sacó de la esclavitud, debo reconocer que había mucho que restaurar en mi vida y en mi entorno familiar.

¡Y si! Dios nos llevó a la tierra prometida a través de múltiples situaciones muy dolorosas que terminaron por fortalecernos, a esas situaciones o momentos difíciles yo les llamo desiertos, porque literalmente sientes que no hay nada en tu vida en ese momento, solo la incomodidad de vivir una situación complicada; no creo que Dios planee estos sufrimientos o desafíos, pero sí creo que los permite con un fin de beneficio específico.

Aunque Él está presente en momentos alegres, tristes, felices, etcétera en los momentos difíciles es cuando más cerca lo siento. Durante el día puedo sentir Su nube protegiéndome ante el intenso desafío, el dolor o la impotencia de la prueba; inmediatamente me ha enviado ese alimento que solo puede venir del cielo: Su palabra, mediante versículos llenos de promesas, de esperanza y de amor, es entonces que recibo exactamente lo que necesito para permanecer firme.

Durante la noche siento ese fuego agradable que me hace sentir confiada, que alumbra mi camino y que me permite descansar en Él.

¡Y sí! Termino por disfrutar el rescate de mi vida y le agradezco todas las alegrías que me ha dado.

Después de la prueba reflexiono en que fue Su presencia la que me dio paz, acrecentó mi Fe, fincó mi esperanza en Él y reconozco que, ¡Él tiene el control!

Por eso ahora, cuando se presentan situaciones difíciles, recuerdo las palabras que Moisés le dijo a Israel y haciendo a un lado el miedo procuro quedarme quieta y observo como el Señor me rescata, tengo la convicción de que, aunque vea obscuridades ya nunca las volveré a ver

No tengo miedo solo me quedo quieta y observo como el Señor me rescata hoy, esas situaciones difíciles que ahora veo jamás volveré a ver: el Señor mismo peleará por mí.

ORACIÓN 

Padre gracias por Tu amor, por Tu fidelidad en nuestras vidas, gracias por darnos una nueva identidad en Cristo Jesús; gracias por pelear nuestras batallas.

Espíritu Santo ayúdanos a permanecer quietas y confiadas en cada situación difícil por la que estamos pasando.

Danos discernimiento en los momentos complicados, para recordar y declarar Tus palabras llenas de sabiduría y poder.

Amén

Con cariño,

Cecilia Giacomán