Un corazón agradecido
- Anabell Z. de Salcedo
- 11 ago
- 3 Min. de lectura
En el caminar del día a día, en el amanecer, atardecer y anochecer, contemplamos lagrandeza del amor incondicional de un Dios y Padre bueno.
Nehemías 9:6 (versión LBLA)
"Solo Tú eres el Señor. Tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos con todo su ejército; la tierra y todo lo que en ella hay; los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos, y el ejército de los cielos se postra ante Ti".
No sé cómo lo percibas, pero en estos días se ha intensificado en mí el deseo de vivir un día a la vez y mantener un corazón agradecido a Dios, porque Él cuida de nuestra alma.
La tendencia humana es la queja; pero al detenerme a contemplar y agradecer cada día —ya sea que llueva, salga el sol, haga calor o frío— reflexiono sobre cómo, en todo lo que vivimos y experimentamos, se manifiesta la grandeza de Dios y Su carácter.
Lamentaciones 3:23 (versión NTV)
“Grande es Su fidelidad; Sus misericordias son nuevas cada mañana”.
Por eso es tan importante preguntarnos: ¿En qué perspectiva me encuentro? ¿Conqué óptica veo mi vida?
Uno de los más grandes desafíos que he vivido fue decidir cómo transitar el día a día, apesar de las circunstancias que enfrentamos como familia: en medio del dolor, lainestabilidad y la incertidumbre; entre elegir vivir agradecida o permitir que la amargurallenara mi corazón.
Años atrás, con pocos años de casada, recibí la noticia de que mi esposo había sufrido un accidente en la carretera. Lo trasladaron en helicóptero al hospital y su cirugía duróaproximadamente 10 horas. El pronóstico no era alentador. En ese entonces teníamos una pequeñita de 2 años que dependía de nosotros, y yo estaba embarazada de gemelos en una gestación de alto riesgo (como ya había ocurrido con mi hija, con amenaza de aborto). A esto se sumaba un diagnóstico de preeclampsia y presión arterial alta. Todo lo que estaba ocurriendo era sumamente difícil y desalentador para mí.
Pero Dios… En medio de toda esta situación, vimos Su cuidado en cada detalle: desde la bendición de saber que mi esposo estaba con vida, hasta la fortaleza para enfrentar una recuperación larga de más de 2 años. Nunca dejé de agradecer la oportunidad de tenerlo conmigo. También valoro profundamente a las personas que nos rodearon: familia y amistades que nos apoyaron incondicionalmente en todo momento.
Romanos 8:28 (versión NTV)
“Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que Él tiene para ellos”.
Todo este proceso familiar nos enseñó a cuidar de nuestro corazón y a mantenerloagradecido, no solo en lo agradable, sino también en los grandes desafíos y en lo cotidiano, aprendiendo a vivir un día a la vez.
He aprendido que la gratitud es como ventanas que se abren: oportunidades donde se refleja el amor de Cristo; bendiciones escondidas que se manifiestan en el tiempo oportuno y que revelan quiénes somos en verdad.
Por eso, si hay personas que nos instruyen o enseñan, familias que nos bendicen, amigos que nos apoyan, oran e interceden por nosotros, seamos agradecidos de manera genuina y verdadera. Así no habrá lugar para desear lo ajeno o quejarnos de todo, porque en lo verdadero se reflejará el bien común, la unión familiar y el amor de Dios.
Colosenses 3:15 (versión NTV)
“Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y sean siempre agradecidos”.
Con cariño y corazón agradecido,
Anabell Z. de Salcedo



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