A VECES PRIMERO VOY YO
- nosotrasblg
- 27 feb 2020
- 3 Min. de lectura
Más de una vez he escuchado a distintas personas decirme lo siguiente: “Tienes que aprender a decir no”.
Yo creo que la gran mayoría de las mujeres hemos escuchado esta frase en repetidas ocasiones, y es que a todas nos encanta sentirnos ocupadas y que podemos hacer todo. Junto con este sentir, está el deseo de no decepcionar a nadie y quedar bien con todo el mundo. Sin embargo, a veces por no querer quedar mal con todo el mundo, acabamos mal nosotras.
No tiene nada de malo ser activas, estar involucradas en distintos proyectos y ser las primeras en servir a otros. Dios nos llama a servir tal como Él vino a servir a los demás.
Sin embargo, el problema es cuando tu servicio y tu trabajo comienza a afectar tu bienestar y la salud de tu corazón. Mil veces me he visto estresada, sin tiempo y quejándome por cosas que yo misma me cargué en la espalda; cosas que realmente no eran necesarias.
Un ejemplo claro acerca de esto lo encontramos en Lucas 10:38-42;
38 Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.
39 Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
40 Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.
42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.
La primera vez que leí esta historia recuerdo pensar que no me parecía muy mal lo que estaba haciendo Marta, ya que lo único que buscaba era servir a Jesús; y aunque sus intenciones eran buenas, su corazón no estaba en el lugar correcto.
Gracias a esta historia pude entender cómo es que a Dios le interesa más tu corazón que tu servicio. Él está más interesado en que pases tiempo con Él, en su presencia, conociendo su corazón, a que le sirvas con un corazón ocupado y estresado.
Muchas veces queremos darlo todo por los demás y ser las primeras en llegar a la iglesia y las últimas en irnos, pero estamos tan llenas de afanes que perdemos de vista lo más importante que es pasar tiempo con Él.
Nosotras somos como vasijas, y Él es quien nos llena, pero antes de ir a vaciarnos en otros, tenemos que llenarnos primero. No podemos dar algo que no estamos recibiendo, y sí no lo recibimos no es porque Él Padre no quiere dárnoslo, es porque nosotras no lo estamos pidiendo.
Aveces tienes que ir tu primero, aveces tienes que buscar tu salud, tu bienestar, y un corazón en el lugar correcto, antes de buscar que todos los demás estén bien. Cuídate, ámate, llénate de Él y haz cosas por ti. No hablo solamente de el área espiritual sino de todas las áreas. Ve por un masaje, ponte uñas, sal con tus amigas, lee un libro nuevo, ve tu película favorita, come palomitas tomate un día de descanso y mil cosas más. No te dejes, consiéntete y aprende a decir no cuando para que le digas Sí a Él.
Oración:
Señor Jesús,
Gracias porque me has dado un corazón de servicio y la habilidad de poder amar a los demás. Dame sabiduría si es que necesito enfocarme más en cómo está mi corazón, que en servir a los demás. Sé que cuando yo estoy bien puedo servir mejor. Ayúdame a buscarte primero y llenarme de Ti para poder vaciarme en las personas que me rodean. Ayúdame a amarme y cuidar de el cuerpo y la salud que me has dado. Necesito de ti.
En el nombre de Jesús,
Amén.
XOXO
Angie
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