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CAVANDO POZOS

  • Foto del escritor: nosotrasblg
    nosotrasblg
  • 7 may 2020
  • 4 Min. de lectura

“y este dijo: ―Así dice el Señor: ‘Abran zanjas por todo este valle, pues aunque no vean viento ni lluvia’ —dice el Señor —, ‘este valle se llenará de agua, de modo que podrán beber ustedes y todos sus animales’. Esto es poca cosa para el Señor, que además entregará a Moab en manos de ustedes. De hecho, ustedes destruirán todas las ciudades fortificadas y las otras ciudades principales. Cortarán los mejores árboles, cegarán los manantiales y sembrarán de piedras los campos fértiles.” 2 Reyes 3:16-19 NVI Unos cuantos días atrás mientras realizaba mi devocional diario me tope con esta historia. Si tu lees los versículos a simple vista te das cuenta que es una promesa un tanto extraña la que Dios está haciendo. Está prometiendo a su pueblo a llenar el valle de agua sin lluvia ni viento y no sólo eso, también les promete victoria total sobre Moab. PERO en la primera parte de la promesa les pide únicamente una cosa: que abran zanjas por todo el valle. Para ponernos en contexto con los versículos anteriores, Juda, Israel y Edom se iban a enfrentar a los moabitas pero después de estar caminando por el desierto por 7 días se les acaba el agua y los tres reyes de esas naciones recurren a Eliseo para consultar con Dios cuál sería su siguiente paso. Y es ahí cuando Dios les habla estas palabras. Tan solo me imagino cómo reaccionaron y se sintieron los soldados del ejército al escuchar estas palabras, estaban cansados de caminar tanto tiempo y ahora sin agua cuando llegan los reyes a pedirles que caven pozos. Debieron sentirse frustrados pero al mismo tiempo pienso que aún agotados esa promesa era su única esperanza y sería esencial para ver el milagro que Dios haría. Me resulta curioso cómo muchas veces el siguiente paso al que Dios nos guía para ver milagros en nuestros desiertos es a cavar pozos. Veo en esta historia dos lecciones clave para nuestra vida y es que los pozos que Dios nos llama a cavar: 1. Aumentan nuestra fe 2. Nos preparan para los milagros que quiere hacer en nuestra vida Me asombra lo sencilla que es la petición de Dios en esta situación pero al mismo tiempo lo difícil que debió ser abrazarla después de lo que pasaron. Dios no les pidió algo que sabía que no iban a poder pero sí lo suficientemente “difícil” como para estirar su fe. Y me encanta que lo mismo que Dios hizo con ellos en esa situación lo hace con nosotros cuando nos pide cosas que hacerlas de manera física son fáciles pero en lo espiritual retan nuestra fe. Llámese ser generoso cuando menos estabilidad económica tienes, pasar tiempo con Él en esta cuarentena aún cuando te sientes deprimida, declarar en fe aún cuando no ves el resultado o el ejemplo que quieras poner.

Te quiero contar la historia de alguien muy cercano a mí, de hecho es mi mamá, una mujer valiente en toda la extensión de la palabra, con un corazón y fe que son un verdadero testimonio.

Ella se ha encargado de cuidar a sus padres por más de 4 años, ambos con condiciones físicas y mentales distintas y muy difíciles de sobrellevar. Hace 4 años Dios la llamó a empezar a cavar pozos invirtiendo su vida en mis abuelos y creanme cuando digo que no ha sido nada fácil para nadie. Aunque muchas veces está cansada y hay días en que siente que las fuerzas no le alcanza, ella persiste y se esfuerza todavía más como una guerrera que se levanta creyendo en la promesa que Dios tiene para esta tiempo.

Para mi, para mis hermanos y mi papá es difícil verla a veces frustrada y desgastada por todo el trabajo que cuidar a mis abuelos conlleva pero hemos entendido que Dios tiene una promesa que veremos cumplirse si día a día seguimos levantando los brazos de mi mamá y ayudándola a cavar esos pozos que Dios le ha pedido.

Puedo entender lo difícil que debió haber sido para esos hombres cavar esos pozos sin tener certeza que el agua llegaría pero fe es precisamente esto, actuar aún en medio de duda y lo mejor de todo es que podemos tener la certeza de que Dios cumple sus promesas.

Charles Spurgeon lo dice de esta manera: “Pero el camino de la fe y el de la bendición es este: Dios lo ha prometido- nosotros nos prepararemos para ello; Dios se ha comprometido a bendecir, ahora nosotros estemos preparados para recibir la bendición. No actúen solamente con la fuerza de lo que tienen, sino con la expectativa de aquello que han pedido.”

Y mi parte favorita de esta historia es el hecho que Eliseo dice que “esto es poca cosa para el Señor”. Lo anterior no significaba que su petición era poca cosa, ni que no era importante para Dios sino a lo que se refería es a que Dios no quería responder solamente a su necesidad inmediata sino quería darles victoria total. En el caso de mi familia, a pesar de que el agua que llena esos pozos aún está en camino tenemos fe y sabemos que confiamos en un Dios fiel que cumple sus promesas y que nos dará la victoria total sobre esta situación que muchas veces es difícil. Y claro hay días donde todo parece perder sentido pero la clave es voltear la mirada no al desierto vacío que tenemos enfrente si no al Dios que ha prometido poner enfrente de nosotros un valle lleno de agua. En lo que sea que hoy estés pasando, Dios quiere hacerte saber que El va mas allá de lo que necesitas: Él llenara tus pozos y te fortalecerá, te hará florecer y vencer sobre el desierto frente a ti. Así que levanta tu rostro en fe y comienza a prepararte para el milagro, comienza a cavar esos pozos. ORACIÓN: Jesús, eres digno de toda nuestra alabanza. En medio de cualquier cosa te buscamos y hoy nos pronunciamos dispuestas a cavar cada pozo que nos pidas con tal de ver tus milagros y sobre todo verte a Ti. Creemos que aún cuando no entendemos, eres fiel y soberano y te agradecemos por adelantado por cada milagro que harás en nuestra vida. Te amamos y oramos en Tu nombre, amén. xoxo Dania

 
 
 

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