ESCOGE TU DIFÍCIL

Hace algunas semanas me encontré con una imagen en instagram que se había vuelto viral con una frase que me cautivó. Aunque desconozco el autor, esta frase contiene tanta verdad y quisiera compartirla contigo si es que aún no lo has visto.

“El matrimonio es difícil, el divorcio es difícil; escoge tu difícil.

Estar fit es difícil, estar en sobre peso es difícil; escoge tu difícil.

Tener deudas es difícil, ser disciplinado con tus finanzas es difícil; escoge tu difícil.

Comunicarse es difícil, no comunicarse es difícil; escoge tu difícil”.

Hemos llegado a pensar que entre más avanza la tecnología y la ciencia, más sencilla será la vida; creemos que entre más crecemos y avanzamos, más respuestas tendremos a los problemas del día al día. Vivimos en un tiempo en el que podemos tener nuestras dudas resueltas en cuestión de segundos con sólo preguntarle algo a google. Sin embargo, ni una de estas cosas han logrado crear para nosotros un mundo perfecto sin problemas. Incluso, como seguidores de Jesús tendemos a pensar que una vez que le entregamos nuestra vida a Él, nuestra vida instantáneamente mejorará y flotaremos por el mundo como angelitos; cuando muchas veces pasa lo opuesto.

Creo que todos podemos estar de acuerdo, que la vida no es nada sencilla, pero que nuestras decisiones pueden ayudarnos a hacerla más llevadera o más insoportable. Cada día que despertamos, tenemos en nuestras manos la oportunidad de invertir en el futuro que queremos. Pero al escoger avanzar hacia un camino debemos estar

conscientes que se sacrifica otro.

Aunque hay situaciones en nuestra vida que no dependen de nosotros y que son totalmente circunstanciales; muchas veces en nosotros está el escoger que es lo difícil que nos va a tocar enfrentar el día de mañana. No hay decisión tomada que no requiera un sacrifico; ya que siempre que decimos que sí a algo estamos diciendo que no a algo más.

Creo que aunque un sacrificio puede ser doloroso, cuando se busca algo mejor siempre vale la pena.

Tal vez en este momento sientas que Dios te está pidiendo que le entregues algo que parece un sacrifico, pero recuerda que en Él, la recompensa siempre es mejor y mucho mayor. Recuerda que el camino más obvio o corto no siempre sera el correcto y aunque para otros sí funcione, puede que no sea el correcto para ti.

Vivir una vida santa, una vida disciplinada, una vida de fruto, una vida plena no siempre será lo más fácil pero siempre valdrá la pena. Todo lo que permanece realmente, requiere tiempo, trabajo y esfuerzo. Recuerdo tantas veces que tuve que sacrificar salidas, viajes, cenas, fiestas y muchas cosas más por obedecer a mis papás aún cuando no estaba de acuerdo; sin embargo ahora puedo ver el fruto de la obediencia y honra durante mi juventud, en la etapa en la que me encuentro el día de hoy.

Gálatas 6:9 dice lo siguiente:

“Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos.”

Es tan fácil admirar las promesas cumplidas de una persona pero ignorar las decisiones y sacrificios que le ha tomado llegar hasta ahí. No estoy diciendo que se trata de méritos ni de obras para conseguir la bendición de Dios, sino de filtrar cada una de nuestras decisiones a través de su palabra, buscando su voluntad para nosotros.

Como dice Proverbios 21: 3 y 5

3 -“Al Señor le agrada mas cuando hacemos lo que es correcto y justo que cuando ofrecemos sacrificios.”

5- “Los planes bien pescados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.”

Muchas veces te va a tocar sacrificar momentos de diversión, por noches largas de estudio, a ti mamá puede que sacrifiques cafés de amigas por pañales sucios. Viajes repentinos por jornadas laborales. Tal vez te va a tocar sacrificar comodidad por compromiso o estabilidad económica, por propósito eterno. Sea como sea que se vea eso difícil que quieres lograr, esta etapa en la que te encuentras o esa meta en la que quieras invertir; siempre y cuando Dios este en el centro, valdrá la pena.

Si necesitas valentía para tomar esas decisiones que requieren sacrifico, pídele a Dios que te ayude y guíe hacia ese camino correcto. No sólo eso, sino recuerda el mayor sacrificio en la historia, el sacrifico de Jesús. Él tuvo que soltar la mano del Padre para poder tomar la nuestra. A Él le costó el peso del pecado en sus hombros. Le costó una cruz y una corona de espinas para salvarnos a nosotros y redimirnos de nuestro pecado. No se trata de pagar ese sacrifico porque nunca podremos hacerlo. Sin embargo, una manera de responder a esto, es viviendo en plenitud, disfrutando de nuestra salvación, siendo luz en medio de la oscuridad y dando fruto para su reino.

Oración:

Señor Jesús, gracias por tu sacrifico en la cruz, por salvarme y redimirme de mi pecado. Gracias porque por tu sacrificio, hoy puedo caminar en libertad sabiendo que mi vida esta en tus manos. Ayúdame a fijar mi mirada en ti y a buscar tu voluntad en todo momento. Ayúdame a tomar decisiones sabias siendo responsable y obediente a tu palabra.

Aunque el camino se vea difícil, ayúdame a ver que Tú siempre estás a mi lado y me llevas de victoria en victoria. En el nombre de Jesús,

Amén.

xoxo

Angie