Nuestro cuerpo templo del Espíritu Santo

Hace algún tiempo visité a una amiga ya que estaba teniendo algunos problemas de salud a causa de una diabetes tipo dos, sus riñones habían sido afectados y estaba siendo hemodializada.

Cuando llegué a su casa solo me reconoció por mi voz, me llené de tristeza al verla, éramos de la misma edad (47 años). En ese tiempo yo no cuidaba mi cuerpo y tenía sobrepeso. Cuando salí de su casa sólo pude pedirle perdón a Dios, por no cuidar mi cuerpo, que es Su templo. 

Pero, no solo era pedir perdón, sino hacer algo al respecto para evitar una enfermedad ocasionada por mi falta de cuidado y mi mala alimentación, ya que estaba siendo irresponsable al no cuidar mi cuerpo, que es el templo del Espíritu Santo. 

1 Corintios 6:19-20

“¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo”.

Empecé a seguir doctores y nutriólogos por redes sociales y sí, comencé a cuidar mi cuerpo, cambié mi alimentación y empecé a ver cambios buenos en mi cuerpo. 

En una ocasión visité un grupo de mujeres y pregunté si había alguna petición de oración;una mujer dijo que tenía mucho tiempo que su nivel de glucosa y su nivel arterial no se podían regularizar. Le dije claro vamos a orar, Dios puede hacer la obra y al finalizar comenté que también tenemos que ser prudentes con nuestra alimentación.

Al salir de la reunión me pregunté: ¿Con qué autoridad profesional podía yo decirles eso,ya que sólo me estaba documentando de videos de nutrición en redes sociales? Fue cuando sentí en mi corazón que Dios hablaba a mi vida, yo podía ayudar de una manera profesional a prevenir o revertir algunas enfermedades.

Después de 30 años sin estudiar ahorita estoy cursando el sexto cuatrimestre de la licenciatura en nutrición y he visto el respaldo de Dios en mis estudios.

Te invito a que honremos a Dios cuidando de nuestro cuerpo.

Oremos

Padre gracias por Tu amor, por Tu gracia, por Tu perdón, danos el querer como el hacer, que podamos honrarte en todo lo que hacemos. Danos sabiduría en cómo cuidar de este templo que nos has confiado en donde Tú habitas, gracias por darnos dominio propio por medio de Tu Espíritu, te amamos Dios en el nombre de Jesús Amén.

-xoxo

Daniela Lozada