¿QUEDARÁ SUFICIENTE PARA MI?

¿Quedará suficiente para mí?

¿Te acuerdas de la primera vez que pensaste, “Quiero ser como Jesús” ó que oraste, “Jesús, quiero ser como tú”? Yo me acuerdo del momento en el que me di cuenta que realmente significa esa oración. Lo tengo muy presente porque la verdad es que no fue hace tanto tiempo.

Uno de los atributos mas grandes de Jesús es su desinterés por poner sus necesidades por encima de las de otros. Podemos verlo en Marcos 10:45, “Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos.” Jesús, el Rey de reyes, vino a servir y no a ser servido, vino a dar su vida por ti y por mí. Su trato hacía los demás era completamente opuesto al trato que un rey daría. Si aspiramos y anhelamos ser como Jesús tenemos que aprender a vivir una vida en sacrificio.

Me duele decir que puedo llegar a ser muy egoísta pero sé que esa no es la persona que Dios me creó para ser. Si algo he aprendido, es que la vida es un sacrificio. Estaba leyendo en Juan 12:24, como un grano de trigo necesita caer al suelo y morir. Si no lo hace, solo queda una semilla. Cuando muere, produce una planta y, por lo tanto, muchas más semillas. Siendo honesta, una de las cosas con las que mas he batallado toda mi vida y especialmente desde ese momento es el morir al ‘yo’. Pero no hay nada mas gratificante que ver como las personas a tu alrededor pueden florecer gracias a que tú decidiste ponerlos primero a ellos antes que a ti. Y cuando le das tu todo a Dios a que te use para bendecir a los demás, Él promete darte todo lo que necesitas y mas.

Yo lo veo como una pirámide de copas de champaña en una fiesta. La champaña es el amor de Dios y tu eres la copa de arriba. El siguiente nivel de copas es la gente a tu alrededor y el nivel que sigue es la gente alrededor de ellos. Cuando Dios vierte su amor en nosotros y escogemos ser humildes como Jesús, entonces ese eterno amor se desborda y cae a las personas que decidimos poner encima a nosotros. Y asimismo sucede con ellos y las personas que los rodean. Nuestro sacrificio siempre tiene un impacto y significado mas grande de lo que podemos apreciar con nuestros propios ojos.

Lo que muchas veces olvidamos es que en cada momento la copa de arriba nunca esta escasa de champaña. Es igual con nosotros. Cuando decides derramarte en sacrificio para que el amor de Dios se desborde de ti, nunca vas quedar vacía, nunca te faltará el amor de Dios y siempre vas a estar llena y plena.

Oración:

Gracias Dios por vertir tu eterno amor en mi cada día. Anhelo a ser más como tú todos los días de mi vida. Ayúdame a tener dominio propio para poder poner a los demás antes que a mi. Enséñame a vivir en sacrificio, de manera humilde y sirviendo a los demás. Gracias porque aun cuando te doy mi todo, no me dejas sin nada. Gracias porque siempre estoy plena en tu amor, gracia y favor.

Amén.

xoxo

Moselle